Turismo de salud y bienestar, una ventana de oportunidad en la bahía de Banderas
El turismo de salud ha sido testigo de un crecimiento sostenible y constante en los últimos años, convirtiéndose en uno de los principales nichos generadores de ingresos en algunos países, entre ellos México, que según un informe emitido por Deloitte recibió en 2019 una derrama cercana a los 4 mil millones de dólares por este segmento.
Lo anterior se suma a los datos emitidos por Patients Beyond Borders, que colocan al país entre los cinco principales destinos receptores en el mundo, con más de un millón de pacientes extranjeros al año, muchos de los cuales son de origen hispano, principalmente de los estados de California, Arizona y Texas.
Si bien durante la contingencia sanitaria por la Covid-19 las actividades turísticas se detuvieron, algunos nichos soportaron mejor que otros el confinamiento e incluso encontraron ventanas de oportunidad, como el turismo de salud y sus ejes principales, el turismo médico y el turismo de bienestar o wellness.
En lo que respecta al turismo médico, según datos de Medical Tourism Association, cada año cerca de 14 millones de personas en el mundo se desplazan a otros países en busca de atención médica; una actividad que genera un valor de entre 50 y 70 billones de dólares. Los principales consumidores en el mundo de estos servicios son los estadounidenses, que buscan ahorros en el gasto de salud a través de alternativas de alta calidad pero con un mejor precio a las que se ofertan en su país.
Por su parte, el turismo de bienestar ha tenido un incremento del 33% en los últimos dos años a nivel mundial ─de acuerdo con el Global Wellness Institute─ con China e India encabezando los incrementos más destacados, aunque Estados Unidos y Europa siguen liderando el mercado.
Otro de los aspectos destacados de este tipo de turistas es que buscan destinos atractivos donde puedan tener una estadía de recuperación placentera, que además cuenten con profesionales de la salud bien capacitados con atributos de confiabilidad y calidez humana.
En ese sentido, la región de la bahía de Banderas, conformada por Puerto Vallarta y Bahía de Banderas, cuenta con muchas de las condiciones requeridas: profesionales de la salud, un número cada vez mayor de hospitales e instituciones prestadoras de servicios de gran calidad, las más hermosas playas y una gran gama de lugares de interés, naturales y culturales.
Ambos destinos tienen ante sí una magnífica oportunidad de reactivar su economía, pero para eso habrá que emprender acciones orientadas en atraer turistas cuyo único propósito sea recibir tratamiento médico, o bien tratamientos relajantes en algún centro de bienestar. Por supuesto, además de las clínicas y hospitales, los hoteles, restaurantes y otros servicios turísticos podrán ser utilizados no solo por el paciente, sino también por sus acompañantes.
El potencial es enorme. Si trabajan en conjunto todos los sectores involucrados, muy pronto veremos a Puerto Vallarta-Bahía de Banderas convertida en una de las principales regiones de turismo de salud y bienestar en México.
¿Qué piensan ustedes? Los leo.
