Adultos mayores que viven en comunidad, una tendencia que crece
¡Hola a todos!
¿Sabían que México cuenta con la población de retirados más grande a nivel mundial? Según la embajada de Estados Unidos, de los 9 millones de estadounidenses que viven fuera de su territorio, 1.5 millones están en México. En estos datos coincide la Asociación Mexicana de Asistencia en el Retiro (AMAR), que además estima una derrama económica anual de 19, 500 millones de dólares derivada de dicha población.
La AMAR indica que, las expectativas para 2030 son contar con 2 millones de retirados y un ingreso de 30,000 millones de dólares anuales, y de darse este pronóstico, la industria de la asistencia en el retiro sería la tercera fuente de divisas más importante de México.
He comenzado mi columna con estos datos duros porque quiero hacer énfasis en un tema que ya es tendencia a nivel global: la de los adultos mayores que viven en comunidad, un concepto que nació en Dinamarca hace más de una década y ha tomado gran popularidad, porque a diferencia de los asilos tradicionales, ofrece cuidado, atención y lo más importante, estimulación a los residentes.
Lo más destacable es que alrededor de esas comunidades ha surgido toda una industria enfocada en el segmento de los adultos mayores, que requerirán de múltiples servicios y atenciones, representando para los destinos que las albergan un excelente nicho de mercado.
Es aquí donde me gustaría mencionar la gran oportunidad que tienen ante sí Puerto Vallarta y Riviera Nayarit, dos destinos que se caracterizan por su población cada vez más creciente de retirados procedentes de Estados Unidos y Canadá, algo que comenzó con los llamados “snowbirds”, que son los turistas que viajan cada año desde Estados Unidos y Canadá en búsqueda de lugares cálidos donde pasar el invierno. Al principio, estos viajeros solo venían de vacaciones, por un corto tiempo; después alargaron su estancia ─generalmente de noviembre a abril, que son los meses en los que el invierno es más duro en sus países─ hasta que terminaron por quedarse y conformar una de las comunidades de expatriados más importantes en la región del Pacífico mexicano.
Actualmente muchos de estos retirados ya han adquirido alguna propiedad, tienen negocios y se han integrado de lleno a la comunidad, apoyando proyectos culturales y ambientalistas. Sin embargo, algunas de las localidades en las que residen no son amigables para los adultos mayores, tomando en cuenta que, en los próximos años, la gran mayoría de ellos tendrá más de 65 años. ¿No sería padre que pudieran vivir en un lugar acorde a sus necesidades, bajo el cuidado de personal especializado apoyándolos en sus actividades cotidianas?
Por lo tanto, considero es momento de pensar en el futuro, de impulsar destinos amigables y comenzar a planear esas comunidades para el retiro (que no son asilos), ideales para aquellos adultos de la tercera edad que buscan vivir en compañía de familiares o amigos en sus mismas circunstancias, manteniendo su privacidad e independencia, pero, sobre todo preservando su seguridad.
¿Qué piensan ustedes? Los leo.
